martes, 23 de diciembre de 2008

Boca campeón


Se terminó el campeonato y se terminó el triangular de la discordia. Ganó Tigre pero festejó Boca. El campeón es justo pero no es el mejor, El Matador y El Ciclón están a la altura y un gol, el de Pochi Chávez, definió para que lado sopló el viento del Apertura. Boca se lleva la copa para su vitrina pero el equipo del torneo sin dudas fue Tigre. Nadie pensaba que los de victoria podían hacer tremenda campaña, nadie imaginaba que hoy lo iba a poner en jaque al Xeneize. Sus jugadores y su técnico demostraron que desde el trabajo todo se puede hacer.


El partido había arrancado como el del sabado nada por aquí ni por alla. El Tano Gracián parecía enchufarse pero Viatri y Figueroa no daban pie con bola. Tigre se mantenía firme pero no inquietaba, así con ese ritmo cansino el primer tiempo se fue como una brisa. La segunda parte parecía seguir el irremediable curso del 0 a 0. Pero el cada vez más arquerito García se encargó de hacer tambalear el título. Centro de Matías Gimenez, Lazzaro anticipa y a sufrir Boca. El 12 se mostró falto de confianza, la situación lo sobrepaso y evidenció un desbastamiento psicológico y moral. El error se empezó a transformar en lágrimas saladas y pesadas. Sale el inexperimentado arquerito y entra ¿Josué Ayala? otro joven portero que hacía su debut cuando las papas quemaban. Tigre no lastimo a Boca a partir de ahí, eran puras insinuaciones que se terminaban en la puerta del area, no por la firmeza defensiva de Cáceres y Roncaglia, sino porque no tenían volumen de juego. Después del gol de Lazzaro Boca fue puro nervios. Roncaglia estaba más rubio y hasta se parecía a Cahais (dios lo tenga en la gloria), al Chino Luna le crecía el pelo y se parecía a Pavone, La Volpe reencarnaba en el cuero de Ischia y, todo o nada, hacía pensar en que la hazaña de David, que con gomera quería arrebatarle el título a Goliat, sería posible. Pero no, el tiempo paso y el campeonato esta vez no se les fue a los Xeneizes.

lunes, 22 de diciembre de 2008

ABCDario IV



Arañaste bruscamente cobarde. Denotaste estilo felino. Gallardo has iniciado jaleo. Karadagián lograría matarlo. Nunca otro portero quedo rasguñado. Sos todo una vedette. Wanda, Ximena y Zaira acarician bolas como deporte. Estuviste flojo.



Esa semifinal fue de pelicula. Sin hinchas visitantes, en los papeles, se disputaban la chance de llegar a la final de la Copa nada menos que Boca y River. Se iban a matar por eso lo más facil: sin hinchas visitantes. Algunos intrépidos osaron ir igual, de canuto y con grandes chances de ser estropeados ante un grito de gol. De todos modos los jugadores se mataron adentro de la cancha. Hubo 6 expulsados entre los dos partidos (Gallardo, Garce y Sambueza en River y, Cascini, Vargas y Tevez en Boca). La definición fue de tiros desde el punto del penal y el equipo de Carlos I dejó afuera al de Leo Astrada.

En la ida Boca ganaría con gol de Schiavi, eso es una anecdota. Lo bueno del partido lo dejó la pelea de mini moscas, si hubiese sido de Box. Cascini llevaba la pelota y Gallardo le tira una patada de atras, "Mosquito" indignado, porque él, hombre de ley, nunca pegaba, la juega de guapo y se van expulsados los dos. Se arma el tumulto y los grandes luchadores quieren salir del anonimato. Empujón por aquí y por alla y el pito mira. Abbondanzieri intenta separar, Gallardo lo mide, "El Pato" distraido, "El Muñeco" ya lo arañó. El 10 de River dejó su marca en la historia, y en la cara del pobre Abbondanzieri. Pelearse está mal pero si te vas a hacer el guapo hacelo como hombre. Gallardo evidenció con esas uñas su costado femenino, su poca hombría y que su parte de atrás le estaba haciendo preguntas. ¿Habrá salido del Closet? En ese momento Guillermo acomodaba a "El Profe" Macalla que caía knock-out. El partido siguió pero y ya se sabe la historia.

Para la vuelta más expulsiones y más emociones, River se adelantaba en el marcador, Vargas se iba expulsado. Se lesionaba Rojas, lo expulsaban a Sambueza. Convertía Tévez, lo hechaban. Marcaba Nasuti, penales. 8 penales pateados ninguno errado. Pateaba Maxi tapaba Pato. Tiraba Villarreal, Boca finalista. El Xeneize pasaba arañando. (?)

sábado, 20 de diciembre de 2008

Una final que tuvó todos los colores pero finalmente fue Azul y Amarillo


Pasó de todo. Una tarde, una final, con todos los condimentos y de todos los colores. Boca ganó y festejó, también festejó Tigre. El partido había arrancado tímido, ninguno de los dos cascoteaba el rancho del otro y el encuentro no ofrecía grandes sorpresas. A los 19 minutos se dió la primer situación de peligro. No fue un tiro de Figueroa, ni de Bergessio, fue el choque entre Forlin y Silvera que por un momento hizo pensar el peor final. Ambos quedarón inconcientes pero luego fueron reanimados. Fueron traslados a distintos sanatorios, y Forlin se quedará internado por precaución. El susto pasó y el show continuó. Poco antes de terminar el primer tiempo Viatri, el de los goles de cabeza, puso el 1 a 0 y a cobrar.


En el segundo tiempo el termómetro de las emociones estalló. El arquerito Garcia en complicidad con Solari convirtió el empate luego de que el Indiecito le pusiera una magnifica asistencia en los guantes. El bueno de Javi pifió con las manos y la pelota se fue por el tunel que formaban sus piernas, 1 a 1 y a llorar a la iglesia. El partido siguió y el Bruce Willis argentino abrió el cofre y tiró a la cancha a la joya de la abuela. El curso de las acciones y la efervecencia con la que vivían el partido los protagonistas auguraban un final distinto. Y si lo sería, mamita. Corner para el Ciclón cabezazo a las manos del arquerito y la reivindicación. Buen saque de Garcia, Dátolo bajá la ovalada y se la pone a Román, que con una sutileza, con un toque de distinción, esos destellos que se hacen con un pincel y que definen la calidad de los artistas, le deja la redonda mansita y le dice a Palacio: "Tomá Rodrigo hacelo". El bahiense la empuja de zurda y a gritar. Después llegarían las expulsiones. Primero la de Aguirre tras foul sobre el 14 xeneize y más tarde la de Bergessio que se pasó en el reclamo y se fue muy caliente. Para terminar el Pochi Chávez, el de Boca, cazó la pala y culminó de enterrar las posibilidades del equipo de Russo de dar la vuelta. El martes se devela el misterio, si Tigre no gana por dos goles o más, el equipo de Carlos II, que no podrá contar con Román ni con el colombiano Vargas, dará la vuelta en este mismo escenario y se coronorará campeón.


Ver la cancha a medio llenar dejá una sensación de tristeza. Es una decisión ridicula, parece la más facil, y muestra una notoria pereza de parte de las autoridades para buscar la solución a los hechos de violencia. Es una final y estaría bueno poder disfrutar de un paisaje sin tribunas vacías, llena de hinchas alentando y cantando. No estamos preparados para los grandes eventos, nos desbordán como si fueran wines. Igualmente no hay que ser tontos y creer que el problema de la inseguridad es solo porque al fútbol y al país lo gobiernan y lo manejan mafiosos. También es culpa de todos y cada uno de los argentinos, me incluyó, que no somos buenos perdedores y cuando nos superan la impotencia nos hace raccionar como animales, literalmente. En este caso quiero centrarme en Gonzalo Bergessio que actuó de manera vergonzosa y aberrante. Se fue expulsado por protestar ampulósamente y después la hecatombe, el gesto, el sello, el tatuaje argentino, la hilacha del que pierde. Esa es una de las respuestas del porque no se puede llenar una cancha en partidos de alto riesgo, porque somos mal educados, no sabemos perder, y los jugadores desde adentro hacía afuera incitan y creán la violencia. El público de San Lorenzo estuvo impecable.


miércoles, 17 de diciembre de 2008

San Lorenzo golpeó de entrada


Golpeó de entrada, en la cancha y en la tabla. Sacó una ventaja, corta pero larga, en el campo de juego y en la carrera hacia la meta, la gloria, el campeonato. Sumó de a tres y de ganar el sábado en Racing dará la vuelta sin necesidad de esperar al martes. Tuvó 30 minutos arrolladores, los aprovechó. Barrientos abrió el marcador después de ¿un error de Islas?, y Bergessio 3 minutos más tarde cambio por 2 a 0, un pase-centro del autor del primero.

San Lorenzo respaldó su victoria en las buenas actuaciones de Bergessio, Barrientos y Aguirre, los tres figuras del partido. Los dos primeros por la cuota goleadora, además del buen despliegue que mostraron ambos, y el defensor sacó todo lo que pasó cerca.


El equipo de Cagna jugó mal como contra Banfield pero esta vez pareció desconcertado, su esqueleto, su base, no anduvó bien en ninguna de las lineas. No fue un Tigre fue un gatito. Islas tuvó responsabilidad en el primer gol y se hizo expulsar zonzamente, fue el mejor arquero del campeonato, su baja performance no opaca su gran rendimiento general a lo largo del torneo. Paparatto y Blengio perdieron más de lo que ganaron ante Bergessio, y les costó demasiado salir jugando. Castaño, de buen pie normalmente, estuvó muy impreciso. Morel no apareció y fue reemplazado en el descanso por Ayala. El paraguayo evidenció una falta total de ritmo y el porque no ha jugado con continuidad en este campeonato. El Chino Luna no tuvó tan solo una chance. Así es muy dificil ganar, también empatar, pero el Matador descontó en la cabeza de Lazzaro que también surgió del banco de relevos. Tigre tendrá revancha el martes con Boca, o no, depende del Ciclón, y de Boca, pero también dependen de ellos y este equipo a dado sobradas muestras de porque llegaron hasta esta instancia. En las bocas de los hinchas no debe quedar un sabor amargo, el campeonato se ha alejado, pero ¿Quién le quita las ilusiones que hicieron nacer este grupo de jugadores a los hinchas? Otra vez ahí, otra vez en la cúspide, en la cima, en el podio. Con tan solo pensar donde estaban compitiendo hace 5 años y donde están ahora, los hinchas cambiarán tristeza por alegría, desazón por felicidad, resignación por esperanza, bronca por conformismo.


El Ciclón había arrancado como un equipo sobrio, opaco. Luego con las incorporaciones de Barrientos y Lobo Ledesma se transformaron en topadoras, jugaban ganaban, jugaban se alejaban del segundo en la tabla. Después entró en un pantano futbolístico del que le costó salir. Parecía un edificio viejo por derrumbarse, el titanic hundiendose, pero sin Jack ni Rose, sin magia. Se recuperó, se levantó cuando nadie lo esperaba. Le clavó cuatro pepas al clásico de barrio, y 4 más al deslucido Independiente. Hoy es el mayor candidato. Lo es porque en su irregularidad fue regular, y su irregularidad no fue regular, sino irregular, por suerte para los de Boedo duró poco, o mucho, pero se pudieron levantar, y hoy sueñan con el título de campeón.


lunes, 15 de diciembre de 2008

ABCDario III

Argentina brilló con Diego. Ese fantastico gol históricamente inmaculado jamás Kempes logró. Mago nativo obsequió poesía. Que reliquia superlativa. Tesoro unánimemente venerado. Westminster xenofoba. Yacieron zagueros anglos. Británicos claramente desparramados. El frágil goalkeeper humillado. Ingleses Kelpers: Las Malvinas no os pertenecen, queridos. Restitúyanlas.


"Ahí la tiene Maradona; lo marcan dos, pisa la pelota Maradona. Arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, y deja el tercero ¡y va a tocar para Burruchaga! Siempre Maradona... ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta... ¡Goooooolll!! ¡Goooooolll! ¡Quiero llorar! ¡Dios santo! ¡Viva el fútbol! ¡Golaazo! ¡Diegooooo! ¡Maradooona! ¡Es para llorar, perdónenme! Maradona, en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos, barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste? Para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado, gritando por Argentina... Argentina dos; Inglaterra cero. ¡Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona! Gracias Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por éste... Argentina dos; Inglaterra cero."

¡Que delicias! La jugada y el relato. Ver ese gol emociona, pero verlo con relato de Víctor Hugo mediante, puede hacer piantar algún lagrimón.
Ese día, en ese cespéd, y vestido de azul, Maradona tuvo un hijo con Argentina, un hijo al que le pusieron "El gol del Diego a los ingleses". El 10 le hizo el amor a la Selección durante 10 segundos, un amor eterno, interminable, divino, con idas y vueltas, pero que en ese instante, en ese tiempo y en ese lugar, la relación llegó a lo celestial, a la pasión desenfrenada, al climax, a lo escritó e imborrable.

Es cierto que al Diego se le hicieron muchas canciones. Algunas son buenas, otras no tanto, pero la mayoría son un homenaje. En este caso les dejo el link de un tema distinto sobre Maradona. El tema no habla del 10 en ningún tiempo, en ningún lugar, ni trata acerca de su vida. La canción habla del momento en que lo divino y lo terrenal se juntaron, el día y el partido en el que los mundos se juntaron, para tocar con un varita al heroe irrefutable. El día del gol a los ingleses, la magia, la pelota, y el milagroso Maradona.

¿Cuanto hay que sufrir para salir campeón?

Sufrieron pero terminaron festejando. Festejaron pero terminaron sufriendo. El Apertura 08 escribió su último capítulo, pero la historia no concluyó. Había una fragancia a que se iba a disputar un partido desempate. El olor que deambulaba en la víspera de la fecha 19 hacía suponer lo que terminaría pasando. Triple empate, y el comienzo de una nueva pelicula. Ahora las suspicacias tendrán que buscar otros barrios donde poder merodear, aquí no hay lugar para las incentivaciones ni los sobornos. Los tres mejores equipos, al menos así lo detalla la tabla de posiciones, se enfrentarán entre si. En las guerras, en el tiempo de los imperios, el vencedor superaba al vencido en una pelea cuerpo a cuerpo. Lo superaba porque sabía cuales eran los puntos débiles del adversario, tambien conocía los suyos. Lo superaba, también, porque era superior, al menos en esa batalla y en ese momento. El campeón no tendrá objeciones, deberá superar a sus rivales, a los potenciales emperadores del fútbol doméstico, si es que quiere alzarse con la corona. Nada de puntos, ni de rivales de turno, eso ya paso. Llegó la hora de las batallas de matar o morir. Un campeonato de tres equipos que arrojará al campeón.

Boca arrancó como una tromba. Parecía un tren que se llevaba por delante a Colón. El 3 a 0 tempranero daba entender que el equipo de Ischia no iba a sufrir, que se aseguraría el primer puesto sin demasiados dolores de cabeza. Pero su defensa marcó mal y el Zabalero se lo pudo haber empatado. También desperdició muchas chances de liquidar el partido en los pies de Riquelme, de Viatri, de Dátolo y de Ibarra. Román es un jugador excepcional, es el mejor jugador del medio local y tiene una claridad, y una visión de juego superlativa y superior a la del resto. Entiende como se juega a este deporte como pocos lo entienden. Refutar sus condiciones sería evidenciar la inferioridad de conocimientos que se tienen sobre el balonpié, ante los que profesa el 10. La estéticamente bella definición del gol, y un pase delicioso que le sirve a Dátolo para que terminara en gol (anulado por off side), dejan en claro que su botin derecho habla, y dice verdades verdaderas irrefutables. Pero hay algo cuestionable en las actitudes que Riquelme esta teniendo. El festejo del gol es desmedido. Pareciese como si necesitase responderle a alguien, convencerse a si mismo, tal vez, de que es un gran jugador de fútbol, de que es el idolo de Boca, de que es el mejor. Estas actitudes ponen a la luz una falla en la autoestima del 10. Muchas veces se lo escuchó repetir: "Yo hablo de futbol nada mas". Ese festejo no es fútbol, no en el cuerpo de Román, no en la piel del eterno heroe. La manera de demostrar, si es que todavía no lo hizo, la forma de silenciar las críticas, es con silencio, es con los pies, son con las definiciones distinguidas, con las asistencias entre lineas, con la pelota y con los botines, no con los gestos, eso no es fútbol.

Jugar mal pero funcionar bien. Tigre no mostró buen nivel de fútbol, pero eso no indica que no funcionó bien. Es un equipo ordenado casi todo el tiempo, esto permite que aun sin jugar de manera brillante, el equipo mantenga su armonía. Cabe destacar lo desequilibrante de dos individualidades. Islas, un arquero con poco marketing pero muy rendidor, que sacó pelotas de campeonato. Fueron dos jugadas claves las que avalaron una actuación estupenda. Un zurdazo cruzado de Cristián García que contuvo en dos tiempos, ante la entrada de un delantero del taladro, y un tremendo bombazo de Ferreyra que alcanzó a desvíar al corner, aseguraron los tres puntos y el primer puesto. El otro destacado fue Martín Morel que marcó el gol más importante en la historia del equipo de Victoria. El estadio fue una fiesta de principio a fín. La verdad será dicha, pero estos hombres ya están juzgados. El cielo del Matador ya les guardó un lugar selecto para aquellos que logran grandes hazañas.

San Lorenzo se sacó de encima un partido dificilisimo. En un césped donde no muchos equipos le arrebatan los 3 puntos al Bichito, en una cancha donde las tumbas para los elefantes ya están preparadas, el equipo de Russo se impusó por la mínima diferencia. Bergessio facturó de entrada y después lo que estaba guionado. Sufrimiento, polémicas, que lo liquida, que lo empata, pitido final, y victoria. El conjunto de Boédo sumó 3 victorias al hilo. Perdió con Tigre y con Boca, para alzar el troféo deberá vengarse de ambos.

Lanús ganó y dos puntos no opacan la gran campaña de la institución.

River empató, salió último y por suerte para los de Nuñez terminó el campeonato y el suplicio.

¡Salud Ñuls! Volvió la democracia, chau López, chau dictadura.

El sabado o el martes que viene el torneo argentino develará el campeón absoluto. En una definición inusual desde 1968, y por primera vez desde la instauración de los torneos cortos, Boca, San Lorenzo y Tigre definirán con un triangular la suerte del Apertura. Abrirán el aperturita el equipo de Victoria y el de Boédo el miércoles desde las 18:30 en la cancha de Velez. Los festejos no terminaron, los sufrimientos tampoco. La emoción no se apaga, y la pasión sube el volumén. Los corazones suspiraron y tendrán que sosportar los embates de los finales cambiantes. Al final la gloria será para uno solo. ¡Que lindo es el fútbol!, el puro, el de 11 jugadores de un lado y 11 del otro, el de la pelota, el de la pasión incondicional.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

ABCDario II


A Bonadeo comentarla debió emocionarlo. "Fueron grandes heroes, intentaron", juzgó Klappenbach. "Lamentablemente -murmuró Nalbandian- oportunidades perdimos". Que revés sensacional tiene usualmente Verdasco, ¡wow!. Xavi y Zapatero acabaron brindando. Copa Davis: esperamos finalmente ganarla. Hoy imposible.

A casi tres semanas y una vez terminadas las millones de supuestas verdades acerca de porque no se ganó la Copa Davis, el tema desapareció de los medios, de las charlas de cafe, de las bocas de los argentinos. Fue efímero, como todos los temas en este territorio. Fueron efímeros, también, aquellos especialistas sobre tenis que hablaban con sapienza frente a los amigos, a los conocidos y a los que no lo eran tanto, y que argumentaban con datos fidedignamente corroborados, seguramente. Ya no están más, desaparecieron. La cuestión es que ni Nalbandian, ni Del Potro, ni Verdasco, ni Feliciano Lopez, nos quitan hoy el sueño. España ganó y el furor por el tenis desapareció.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Se juega a tres puntas

Está siendo un final apasionante, emotivo, apretado y parejo. Con tres equipos igualados en el ocaso del torneo, y con olor a desempate. Con un cuarto en discordia, un cuerpo por detras, pero que no se baja. Cuatro equipos, un título. Cuatro ilusiones, una meta: el campeonato. Tigre recibirá a Banfield en Victoria. Boca a Colón, en la Bombonera. San Lorenzo visitará el Diego Armando Maradona, donde Argentinos intentará arruinarle las pretensiones. Lanús, en casa, enfrenta a San Martín de Tucumán, esperando tres manos para soñar con la consagración. La recta final está muy pareja. Ahora sí no hay margen para los errores. Un equipo se quedará con toda la gloria. Los de Russo y los de Ischia veran como una frustración, y como un fracaso, no salir campeones. Los de Zubeldía y los de Cagna seguros de una campaña fabulosa serán reconocidos igualmente.

Un partido apto para cardiacos. Aburrido, para el bostezo. Boca y Gimnasia hicieron tablas. Ninguno de los dos propuso nada. Muy pocas situaciones y un resultado que justificaron los protagonistas con su poco impetu ofensivo. Riquelme no apareció en el Xeneize. El 10 no tuvo un buen partido. Estuvo muy estático, y no entro en sintonía futbolística. El equipo de la ribera perdió dos puntos, y tuvo que partir la punta en tres porciones. Ahora deberá ganar, y esperar que la competencia no lo haga. Sino hay desempate, y los recuerdos no son los mejores. Se había ido La Volpe, se habían ido las derrotas con Belgrano en Córdoba y con Lanús en La Boca, se habían ido los goles de Sosa y Pavone en la cancha de Vélez, para que el Pincha le arrebatara la gloria y el tricampeonato. Se habían ido los fantasmas de aquel fin de año triste. Amenazan con volver.

Resultado consagratorio. Tigre tiene maquillaje de equipo grande. Se mueve en la cancha como tal. Da vuelta partidos, en canchas dificiles, algo que está reservado para los que pretenden quedar en la historia. Su técnico tiene una jerarquía hereditaria. La heredó de Carlos Bianchi. Cagna hace que el Matador juegue simple. Y ahí está el secreto, si es que los hay. Tigre basa su juego en las simplezas. Una defensa ferrea. Un medio que desmenusa el fútbol que ingiere y que intenta buscar a otro jugador que tiene la misma camiseta. Y unos jugadores de ataque que están siendo letales en el area. Martín Morel lo fue durante todo el campeonato. Lo es el Chino Luna desde que desbanco a Lazzaro de la titularidad, facturando goles de tres puntos. Pese a que no pudo plasmar en la red durante todo el torneo el gran esfuerzo que hizo, el ídolo de la hinchada, Leandro Lazzaro, se pudo desquitar en Rosario. Marcó un gol y se separó una página que está destinada para que los referentes las escriban.

Volvió a ser San Lorenzo. 8 goles en 5 días. 8 conquistas en 160 minutos. El Ciclón se aprovechó de un Independiente que está en el fondo del mar, y que solo se ve opacado por la campaña desastroza que está haciendo River. Le hizo cuatro, y le hizo precio. Una perlita el gol de Aguirre, lírico. Se había desinflado, pero ahora llega con un envión anímico. Tiene el partido más complicado, a priori. Volvió a jugar bien. Se lució y cambió los murmullos y la desazón de un par de fechas atrás por la esperanza y los aplausos. Ganó dos partidos al hilo, algo que no hacía desde la décima fecha.

Lanús va a salir campeón. No en este campeonato, o sí, todavía falta la última palabra. Pero esta institución hace las cosas bien. Tiene un proyecto en manos de un profesional ejemplar como Luis Zubeldía, así como ya lo tuvo bajo la tutela de Ramón Cabrero. Apuesta por pibes de las inferiores. No desmantela el equipo. No vende, ni compra mucho, es estable. El camino parece repetirse. Un par de campeonatos para que adquieran roce y experiencia Salvio, Lagos, y Diego Gonzalez. Sebastián Blanco ya es un jugador maduro. Uno de los mejores del fútbol domestico, y una apetecible opción para la Selección. José Sand es un goleador notable y marcá con regularidad. Asegura 10 goles por campeonato. Ese hormiguero futbolístico también dejará que se destape algún jugador más. Algún pibito asomará y se sumará a estos jovenes grandes. Por estas cosas Lanús seguramente salga campeón de aca a dos años. Porque es un equipo serio, una institución ordenada, y esta viviendo su etapa dorada. El campo esta sembrado, en algún momento, los triunfos y los millones de dolares serán cosechados, un modelo.

Está todo abierto, y las sorpresas no dejarán de aparecer. Los goles se gritarán o se sufrirán por tres. Los arbitros tendrán que tener cuidado, serán un blanco facil ante la derrota, o ante la victoria. Los preambulos son innecesarios, la semana sera larga, o corta, pero el día llegará. Los jugadores jugarán sus partidos, pero también estarán en otras canchas. Los hinchas alentarán a sus equipos, y también a otros. Los jugadores serán jueces, y los equipos juzgados. Basta de chachara, el domingo se define todo, o no.

viernes, 5 de diciembre de 2008

ABCDario I


ABCDario será una sección en la que un suceso o un personaje será tratado de manera alfabetica, es decir, las palabras empezarán con una letra, y la siguiente, con la letra que le sucede en el abecedario. Ej: "Andrés bebe coca". Probemos.

¡Ay! Bidón contaminó, DT enfermizo. Flasheó. Gastritis horrible inició. Jugoso karma logró. Moralmente nefasto. Ñoqui, obró pesimamente, que rata. Sumó trauma uterino, vergonzoso. Warley, Xuxa y Zico acusaronlo. Bilardo cambie, demuestre entereza. Fin.

Que muchacho este Bilardo. Envenenar rivales, que bonito, ¿no?. Eso no era gatorei, ¿no señorita?. No se le pueden reclamar los logros al frente de la Selección, a Carlos Salvador. Pero sí, podemos poner en tela de juicio los medios que solía utilizar, la versión moderna de Maquiavelo. Que lindo que te atienda el doctor de prominente nariz. Llegás al consultorio y le decís: "Tordo estoy constipado, no puedo ir al baño". Tal vez le quede algo de agua en el bidón, pero sino debe haber guardado la receta. Para mí ¡eh!, para mí.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Inter campeón


Lo había dado vuelta, contra todos los pronosticos. Lo mantenía, y se ilusionaba. Sin Verón, con Angeleri y Desábato, dos murallas, a punto de acalambrarse, sino lo estaban. Se habían sobrepuesto a la derrota en La Plata, parcial, pero demoledora. Estaban sorprendiendo a Inter, de visitante, y le estaban quitando el invicto. Se venían los penalties. Pero Nilmar, empujandola en la linea, les arrebató la Copa, les pateó toda la tanda de tiros desde el punto del penal en una sola jugada. A 8 minutos del pitido final 11 guerreros, 11 soldados de Troya, 11 hombres, que aunque vestían atuendos blancos, y de Estudiantes, vestían banderas argentinas, veían desmoronar el esfuerzo hecho, las energías gastadas. Perdieron bajo las de la ley, y no fueron campeones, porque otro grupo de jugadores, no menos batalladores, pero si más ductiles fútbolisticamente hablando, fueron superiores, no solo en los 210 minutos que duró el encuentro, sino en toda la expansión de la Sudamericana. El conjunto gaucho merecía la Copa. Los méritos acumulados lo acomodaban en la cúspide de los equipos de este lado del charco. Primer campeón brasileño, y primer invicto de esta joven competencia.


Mística. ¿Qué es la mística? Muchos catalogan a Estudiantes como un equipo con aquel adjetivo. También Boca, que de copas sabe, fue enmarcado bajo identico criterio. Son fenomenos que no se pueden explicar racionalmente. Eso pasa con estos equipos. Tienen un plus. Algo que si se busca desde la lógica común no tiene razon, ni sentido. Son coperos, como lo son el Liverpool y el Milan, en el viejo continente. Juegan las competencias internacionales como si fueran guerras. Se animan, cuando se encuentran en el exilio, a desafiar al nativo, al local, al que con cuchillo y tenedor, pretende comerselos en un campo de fútbol. Pero es ahí cuando aparecen los hombres distinguidos y se rebelan. Ganan y pierden, pero terminan de pie, aplaudidos.


Es internacional. La única copa que le faltaba al conjunto brasileño. Es importante destacar lo que consiguió el Inter de 2006 a estos días. Se hizo de una mística, es el equipo del continente de los últimos años. Se alzó en la Libertadores 2006, venciendo a San Pablo en la final. Le ganó al Barcelona, en diciembre del mismo año, consagrandose campeón del Mundialito de Clubes. Se quedó con la Recopa 2007, superando al Pachuca mexicano. Y, el títutlo que le faltaba, la Sudamericana, la consiguió ayer.

El Inter sigue ganando títulos internacionales pese al cambio de jugadores. Ya pasaron Tinga, Jorge Wagner, Fernandao y Rafael Sobis, y se fueron campeones. Ya emigraron Alexandre Pato, Fabián Vargas y Iarley, y dejaron otro troféo en las vitrinas. Siguen sumando conquista Alex, Indio y Clemer. Llegaron Nilmar, D`Alessandro, Guiñazú y Gustavo Nery, para alzarse con otro título.
El equipo de Porto Alegre continúa consechando logros en el plano internacional. Pasan los años, pasan los jugadores, pero lo que siguen arribando son las copas. No es normal, no hay lógica posible que explique el porque de las victorias. ¿Se tratará de mística?, parece.


lunes, 1 de diciembre de 2008

El 10 es: Román


Se lo grita. Se lo grita y lo insulta. Lo insulta y le demuestra que él es el 10 de Boca. También se lo demuestra con goles. Dos, uno de penal y otro de volea. Los sufrió Migliore, que también entendió, que el 10 es Juan Román Riquelme. Lo es por cosas como esas. Porque aunque algunos, gustosos de otra filosofía futbolística, le reclamen su falta de movilidad y lo traten de lento, Román aparece cuando es llamado. Lo provocó Migliore, y después el pibito parlanchín, y el 10 reaccionó. Les respondió en su jerga, con los pies, y pelota mediante. El pibito, también recibió su cuota oral: "¡Gritaló! ¡gritaló! la c.. de tu madre". Con el arquero la cosa fue distinta. El asunto viene de antes, de cuando se tenían de compañeros. Por la 17ª fecha, y en la Bombonera, se volvían a encontrar. Penal para Boca, y el 10, que había errado el último que había pateado, se hacía cargo. Migliore lo buscaba. Migliore le hablaba. Migliore le señalaba y le decía: "Ahí. Ahí tiramela". Román no le hizo caso. Ni lo miró. Ejecutó con maestría. El arquero advinó. Pero el refrán lo dice: penal bien pateado...
Boca ganó y se mantuvó en la punta. Lo persigue Tigre, a dos puntos. San Lorenzo parece que se quedó sin nafta, y el Lanús de Zubeldía se acordó tarde.

Piel de gallina. Que dificil debe ser estar en la piel del jugador de River. Todo en contra tenía el conjunto de Gabriel Rodriguez. Si perdían habría suspicacias. Si ganaban también las habría. Si perdían seguían últimos. Si ganaban le servían el campeonato en bandeja al rival de toda la vida, con las posteriores cargadas. Pero perdieron, como se esperaba. Su actuación no dejó lugar a los interrogantes. Fue mala como la labor semestral. Es lógico que el peor equipo del torneo pierda con el segundo.
Entonces, ¿qué decir de Tigre? ¿Qué decir de Cagna? ¿y qué decir de Luna?. Es probable que el Matador no salga campeón, sí, pero ¿quién le quita las ilusión al hincha?. Si no alcanza el título el público no tendrá que estar triste. Es una campaña fabulosa la que está realizando Tigre, impensada hace un lustro. DIEGO CAGNA, sí, en mayusculas. El mayor aprendiz de Carlos Bianchi, parece una sucursal del Virrey en Victoria. Se la jugó por Luna, y sacó al referente, al 9 que le dió a Tigre el gol del ascenso a primera, a Lazzaro, que no puede convertir, y no viene rindiendo. Y el Chino respondió. Marcó por duplicado contribuyendo en la causa. Hizo lo de los entrenamientos en el partido. El Matador está ahí, esperando que Boca haga un paso en falso, que trastabille, para dar el batacazo.

Lo tapó el agua. Menos mal que llovió a cántaros, menos mal que Laverni suspendió. San Lorenzo no da pie con bola. No se rehace. No puede volver a ser ese equipo que deslumbraba alla por la mitad del campeonato. Le quedán 75 minutos para dar vuelta el clásico. Pierde 1 a 0. Tiene uno más. Jugarán el martes alrededor de las 17. Pero parece lejos. Arranca 5 puntos abajo, y con la moral por el suelo. Huracán aprovechó el mini partido y golpeó. Pastore pegó una patada terrible y se quedaron con 10. Todavía falta, y para darlo vuelta San Lorenzo tendrá que volver a ser San Lorenzo.

Quedan dos fechas y el torneo se cortó, lógicamente. Está entre Boca y Tigre. En Lanús creen en la utopía. Y los de Russo todavía no estan afuera, al menos hasta que terminen el partido con Huracán. Muchas congeturas, pero si Boca no se equivocá se va a quedar con un campeonato de AFA nuevamente. Sí, el mismo Boca que dejó fuera del equipo a su arquero titular por no soportar la presión. El mismisimo Boca que ventiló las internas del plantel, en la voces de Caceres y de Riquelme. El mismo que no pudó contar con Palacio y con Palermo en casi todo el campeonato, y que se las tuvo que arreglar con pibes de la casa: Mouche, Noir y Viatri. El mismo que estaba a 11 puntos del invencible San Lorenzo de Russo, que era un firme candidato para dirigir la Selección. Se puede, al menos eso parece, cosechar laureles sin ser amigos. Tal vez los jugadores se odien entre ellos, no lo se, ni me importa, pero aman ganar más que a nada en el mundo, y lo hacen, cuando lo tienen que hacer. Ese parece ser el camino de la victoria, la mística, las ganas de ganar y ganar, no las amistades.