¿Cómo no ponerse en la piel del hincha?, ¿Cómo resistirse a la tantación?. Vale la pena intentarlo, aunque sea para que sea más serio y objetivo el analisis.
Es cierto nunca estuvo tan favorable la posibilidad de ganar la ensaladera. La sucesión de acontecimientos le había dado un guiño a la Argentina, que indicaban que esta vez la fiesta sería posible. De local por primera vez. Y si, dicen que la primera vez duele. Y la verdad que dolió, y mucho. El número 1 del mundo, Rafael Nadal, no vendría. Esa sola variante colocaba a Argentina por encima de España, al menos en los papeles. Quizá eso haya influido negativamente en el team argentino, no lo sabemos. Nalbandian y Del Potro venían jugando mejor, y sus rankings así lo expresaban, que los españoles. Ferrer, Feliciano Lopez, Verdasco, y un tal, Granollers-pujol serían las victimas del gran David y del implacable Juan Martín. Eso estaba en la voz popular. El champagne se empezó a descorchar antes de tiempo. Tal vez, no habría tal bebida comparada con los logros. Pero no cabía la posibilidad, entre los entendidos de tenis (40 millones de personas, en este caso) que los españoles, calladitos y con perfil bajo, se quedarán con los laureles y festejarán en nuestras narices.
Así es muy dificil. El analisis tiene que ser completo. No se debe mirar el arbol sino el bosque. Sino no se avanza, y se vuelven a cometer los mismos errores una y otra vez. Para muchos fue un fracaso. (?) Esa gente es la misma que tenía el champagne en la heladera, y ya había preparado el balde con los cubitos de hielo. Esas personas son las mismas que hoy demonizan al Chucho Acasuso y a Del Potro. España ganó bien, fue mejor. Los números fríos lo indican, 3-1, y la copa. Fueron señores dentro y fuera de la cancha. Perdieron a su as de aspadas, pero tenían en la mano al ancho de basto y al 7 de espadas, al menos este fin de semana, eso eran Feliciano y Verdasco. Nunca subestimaron al rival y mantuvieron el perfil bajo. Se beneficiaron con el título de "punto". Sin presión vinieron dispuestos a dar la sorpresa. Y
voile... la
dieron. Poco importa hablar de los partidos. Son tenistas profesionales y cualquiera le puede ganar a cualquiera, es lógico entonces que Acasuso pierda con Verdasco, y que Del Potro también caiga con Feliciano.
El acento hay que ponerlo en los errores que se pueden cambiar. Un resultado no puede caratular un proyecto. Esta bien no se gano y eso duele. Pero Mancini lo dijo: "Es de necio pensar que esto es un fracaso". El bueno de Luli hizo una gran labor como capitán del equipo. Dos finales jugadas y un par de semifinales son una buena faena en cinco años. No es un pensamiento muy sano creer que lo único que sirve es ganar. Quizá en ese pensamiento este el fracaso. Tampoco interesa si Nalbandian y Calleri se agarron a piñas, o si no se hablan con Del Potro. Son un grupo de hombres y arreglan sus problemas de la manera que quieren, como cualquiera que tiene un problema personal con otro. Eso es amarillismo, no interesa su vida personal. Nadie va a discutir que tanto David como Agustín querían ganar y que dejaron todo por ello, entonces no nos horrorizemos ante cuestiones que no tienen importancia y que no suman. Empezemos por cambiar eso, tal vez sea menos traumatica la proxima vez que se pierda.